Fundación Martínez de León
Andrés Martínez de León (Coria del Río 1895 -Madrid 1978)


 

El Sol* fue un periódico madrileño, ilustrado, liberal y regeneracionista, fundado el 1 de diciembre de 1917 por Nicolás María de Urgoiti, director de La Papelera Española y desaparecido con la Guerra Civil.

Dos ideas presidieron la fundación de El Sol en la mente de Urgoiti. Un interés comercial y un interés de carácter cultural y político, para el que encontró la entusiasmada colaboración de José Ortega y Gasset, que abandonó El Imparcial, para convertirse en el máximo inspirador ideológico y en el colaborador estrella del nuevo periódico.

El Sol defendía un proyecto reformista, una reforma sentida como una necesidad apremiante por los sectores más progresistas y dinámicos de la burguesía y los intelectuales, que ya había presidido la fundación de la revista España (1915-1924). El Sol muestra también comprensión y simpatía por un movimiento obrero organizado y constructivo, concretamente el socialismo, al que aspira a ayudar a orientar en un sentido evolutivo y reformista. Prestó gran atención no sólo al catalanismo y al nacionalismo vasco, sino en general a la vida de provincias. Contó con una información extranjera superior a lo que era habitual en la prensa de la época.

Escrito por intelectuales de altura, renunciando por principio a la información sobre loterías y a la crítica taurina, y pasando de puntillas sobre crímenes y otros asuntos sangrientos o escandalosos, temas preferidos por el gran público, El Sol no fue, ni podía ser, un periódico popular. Aunque no faltaban entre las personas cultivadas algunas a quienes irritaba el tono del periódico, que juzgaban pretencioso y pedante.

En la órbita del programa intelectual de Ortega y Gasset, la publicación disponía de una excelente plantilla de redactores dirigida por Félix Lorenzo, Heliófilo, quien fue sustituido por Manuel Aznar desde el 14 de septiembre de 1918 hasta el 28 de marzo de 1922. En abril de 1924 Ramón J. Sender entró a formar parte de su plantilla.

Desde mayo de 1934, El Sol y La Voz sufrieron múltiples avatares hasta la Guerra Civil. Tras la Guerra Civil en sus talleres, incautados por los falangistas, se comenzó a imprimir el diario Arriba. 


 

*Hemeroteca Biblioteca Nacional, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte